Recientemente en Facebook hice un comentario en donde mencioné el término "familia cristiana disfuncional". Debido a ello, una hermana hizo la siguiente observación: "¿Me puedes señalar una familia que no sea disfuncional? Para felicitarla y ver de paso como le han hecho". Me pareció importante abundar un poco sobre el tema. Esto fue lo que escribí:
En relación a las familias disfuncionales, yo esperaría que en cada iglesia pudiéramos señalar a muchas de las familias como funcionales, e "idealmente", todas deberíamos serlo, al menos, bajo el concepto de la sociedad.
Es fácil percatarse de que el uso del término "familia disfuncional" en la sociedad mexicana se ha manoseado mucho y ahora, para muchos, una familia disfuncional es aquella que tiene problemas en general [o a la que le falta el padre o la madre]. ¿Y quién estableció eso? Y es que, ¿qué matrimonio no pasa por momentos de confilicto? ¿Qué familia no encuentra problemas durante la época de adolescencia de los hijos? ¿Qué pareja no llega a tener uno que otro problema de comunicación en alguna etapa de su vida matrimonial? [¿Y cuántas familias no quedan incompletas por diversos motivos (divorcio, muerte, etc.)?] Según los expertos, una "familia disfuncional" no es la que "simplemente tiene problemas", los problemas tienen que ser de ciertas características e intensidad para ser considerados como indicadores de disfunción, por ejemplo: el abuso regular y constante de parte de uno de los miembros de la familia, la tolerancia hacia dicho comportamiento, la falta de respeto a los límites de los otros miembros, comportamiento sexual anormal, etc. y estos factores o comportamientos, generan un clima propicio para que se desarrollen patologías en los miembros (adicciones, transtornos mentales, comportamientos neuróticos, etc.).
Así que una "familia con problemas" no es una "familia disfuncional" necesariamente.
Ahora bien, ¿qué quiero decir cuando uso el término "familias cristianas 'disfuncionales'"? Esta es mi explicación: una "familia cristiana disfuncional" es aquella en la que se ha abandonado, por ignorancia o por rebeldía, el diseño de Dios para su funcionamiento. Se ha dejado de lado el buscar llenar el rol o papel que Dios estableció para cada uno: esposo/padre, esposa/madre, hijos e hijas. (En esto de los roles es que entra el asunto de la responsabilidad del liderazgo en el hogar y de la educación bíblica en el mismo, por mencionar dos ejemplos [cf. Efesios 6, Deuteronomio 6]).
Por otro lado, la "familia cristiana funcional", es aquella en la que cada miembro está consciente de su rol y que busca, pone su voluntad y se esfuerza por caminar en la dirección marcada en la Palabra de Dios para su vida en la etapa y posición en que se encuentra, sea como hijo, padre o madre, esposo o esposa. Una familia cristiana funcional no es una familia perfecta (en el sentido de no tener error o problema alguno), sino que es una familia que desea ser dirigida por la Palabra de Dios, y que a pesar de todas las tentaciones, pecados y errores en las que cada miembro de ella puede caer por estar en "este cuerpo de muerte", como diría Pablo (Rom. 7:24), se encuentra cada día luchando por vivir conforme al corazón de Dios (Salmos 119:97-104).
Para que una familia cristiana sea funcional, no necesariamente tiene que estar "completa", porque hay diferentes esquemas de familia: esposos sin hijos, esposos con hijos, padre con hijos, madre con hijos, abuelos con nietos (sólo cuando los padres no están presentes por total discapacidad, por abandono o por muerte), esposos con hijos y abuelos, etc. Si cada miembro está en esa búsqueda (aunque de manera imperfecta por ser lo que somos) de llenar el papel del diseño divino, la familia es funcional y se evidenciará por sus frutos. Y aquí es donde entra el tema de nuestra congregación con la iglesia; cuando hay una familia incompleta, entonces está la familia de la fe en donde deberíamos poder encontrar hombres y mujeres que puedan ser vistos como testimonio y modelo de esposos o padres para aquellos que carecen en casa de estos (cf. Tito 2). (Esto último requeriría de mayor desarrollo pero hasta aquí lo voy a dejar por el momento).
¿El reto? Buscar el rostro de Jehová Dios, entender nuestro rol en la familia y en la iglesia, dejarnos moldear por el Señor para ser conformados a la imagen de Cristo para andar conforme al corazón de Dios.
Ser una Familia Cristiana Funcional no es un asunto de perfección, es un asunto de dirección.
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