El Rey Incrédulo
Autor desconocido Cuentan que hace mucho tiempo había un rey que no creía en la bondad de Dios, aunque tenía un consejero piadoso al que llamaban Tomasín, que ante circunstancias adversas siempre decía: “¡QUÉ BUENO ES TODO! Dios nunca se equivoca". Cuando el rey le preguntaba la razón, el súbdito le contestaba: “Rey mío, no se desanime ante ningún mal, porque todo lo que Dios hace es perfecto. Él nunca se equivoca”. Un día el rey salió a cazar junto con su súbdito Tomasín. Sucedió que una fiera de la jungla los atacó. El súbdito consiguió matar al animal, pero no pudo evitar que su Majestad saliera herido perdiendo el dedo meñique de la mano derecha. El consejero le recordó al rey: "¡QUÉ BUENO ES TODO! Dios nunca se equivoca". El rey, furioso por lo ocurrido, y sin mostrarle agradecimiento por salvarle la vida, le dijo: “¿Acaso Dios es bueno? Si lo fuera yo no hubiera sido atacado y no hubiera perdido mi dedo”. El buen Tomasín le respondió: “Rey mío, a pesar de to