¿Para qué un terremoto?
Cuando aquel 12 de enero de 2010 un terremoto de intensidad 7.0 sacudió Haití, el Pastor Sugel Michelén habló acerca de 7 cosas que podíamos aprender de ese suceso. Aquí las reproduzco pero he cambiado el nombre de Haití por el de Japón, pues considero que son enseñanzas que podemos entender de prácticamente cualquier desastre natural. Transcribo pues los siete puntos: El terremoto de [Japón] nos recuerda que vivimos en un mundo maldito por causa del pecado. El terremoto de [Japón] nos recuerda que nuestra comprensión de los propósitos de Dios es limitada. El terremoto de [Japón] nos recuerda que Dios sigue siendo misericordioso y compasivo con un mundo que le odia. El terremoto de [Japón] nos recuerda que la vida es breve, frágil e incierta. El terremoto de [Japón] nos recuerda que en este mundo caído debemos llorar con los lloran, y que los bienes que Dios nos da, y el bienestar que nos permite disfrutar, no es para uso exclusivo de nosotros mismos. El terremoto de [Japón]