Esta inquietud en forma de ciencia


Algunos cristianos están en contra de realizar análisis probabilísticos, documentales o "científicos" alrededor de temas bíblicos. Yo soy uno de ellos, pero solamente cuando se "trata" de llevar el Evangelio a través de estas pruebas.

Me explico. El Evangelio de nuestro Señor Jesucristo habla de nuestro pecado, nuestra situación desesperada, el arrepentimiento, la fe y confianza puestas en Él, el reconocimiento de su señorío y la rendición de todo nuestro ser a sus pies. Ninguna argumentación "científica" convence de esto a nadie; solamente el Espíritu Santo puede realizar esta obra sobrenatural en el corazón humano (1 Corintios 12:3b, Tito 3:5).

Esto no significa que alguna prueba documental de la veracidad de la Biblia, por poner un ejemplo, no pueda ser usada por el Espíritu Santo para tocar el corazón de alguna persona. Pero solo el Evangelio contiene el mensaje de salvación para el hombre; no hay sustitutos que nosotros podamos proveer (Gálatas 1:8).

Desde muy joven, en mis años de adolescencia, Dios me dió un regalo: una convicción que me permitió circular a través del mundo escolar (y ahora laboral) sin tantos problemas con el asunto de las hipótesis, teorías, leyes y dogmas científicos. Puedo resumir esa convicción en las siguientes oraciones: Dios creó TODO lo que existe, incluyendo las leyes que rigen el universo conocido y desconocido por el hombre (Colosenses 1:16). Él lo sustenta todo y por Él todo subsiste (Hebreos 1:3, Colosenses 1:17). Luego entonces, cada descubrimiento que hace la ciencia con respecto del mundo que nos rodea, si pudiera ser comprobado "sin lugar a dudas" sería, simplemente, Dios permitiéndole al hombre conocer una pizca de su poder y su grandeza (Romanos 1:20); es una humana explicación de una infinitesimal pieza de la creación, que llegamos a vislumbrar tan solo por su beneplácito.



Así que si la ciencia está en lo correcto con respecto de un tema, me dice cómo Dios quería que entendiéramos el asunto en cuestión y mi fe no es conmovida. Si la ciencia se equivoca, me deja ver, entonces, cuan ciegos y torpes somos y mi fe no es conmovida.

Cuando se habló de estar a punto de desentrañar el mapa del genoma humano (1), lejos de temer por mi fe (por las nuevas formas en que sería atacada) como algunos lo hicieron, me emocionó la idea; imagínate dando un vistazo a un código que solamente Dios podía haber creado e insertado en cada una de las miles de millones de células de cada ser viviente. La ciencia solamente estaría descubriendolo, pero jamás, y lo enfatizo, jamás podría reclamar autoría alguna sobre ello ni atribuirsela al azar.

Louis Pasteur dijo una vez: "Un poco de ciencia aleja de Dios, mucha ciencia acerca de nuevo a Dios". Pablo, en la Epístola a los Romanos, varios centenares de años antes, lo explicó así:

Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

Profesando ser sabios, se hicieron necios,

y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,

ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Romanos 1:21-25

Permitir que la ciencia nos aleje de Dios, es necedad, lo dice la Biblia y es que, todo lo que la ciencia hace es explicar, como mejor puede (si acaso puede), lo que es "observable". Y todo lo que el hombre es capaz de observar (y lo que no), es obra de nuestro Dios.

Ningun descubrimiento científico debe conmover tu fe; cimbrará la fe de los científicos, eso sí. Pero tú, tú crees en el Todopoderoso, creador de todo lo que existe y que es el mismo ayer, hoy y siempre. ¿Cuál es tu inquietud?

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[En lo personal, la lectura de estos asuntos científicos relacionados con temas bíblicos, me gusta; la disfruto mucho. Yo no hago investigación, lejos estoy de ser "científico", sin embargo, hay científicos cristianos serios (y nota que digo "cristianos serios" y no "científicos serios" solamente, por que hay científicos serios que se dicen "cristianos serios" y por sus ideologías, están lejos de las Escrituras) que han escrito artículos y libros enteros. Espero poder compartir contigo un poco de estos.]

(1) El Proyecto Genoma Humano

Comentarios

David López-Cepero ha dicho que…
Hola tocayo, que buen tema. Creo que das con una clave en todo esto, y es que la ciencia puede confirmar nuestra fe, pero nunca derribarla, porque al fin y al cabo, esas investigaciones pueden confirmar cosas que ya sabemos porque Dios las dijo, o pueden quedarse en teorías, que no son más que hipótesis sin demostrar y a las que no debemos darles más valor que la de cualquier otra conjetura.

Mea alegró leer sobre esto. Saludos
Así es tocayo. La ciencia no debe dar miedo, a menos que se use para la guerra (y para crear clones con dos cabezas, jajaja)

El problema es que se le ha rehuído en las iglesias (incluídas las tres en las que he andado) y los jóvenes van "entendiendo" que una contradice a la otra, lo cual es una distorsión de la realidad.

Gracias por pasar por áca David. Que Dios te siga bendiciendo.
Anónimo ha dicho que…
Estoy totalmente de acuerdo. Soy una persona que le gusta aprender mucho sobre temas científicos. Mientras más complejos veo que son las cosas, más confirmo que todo fue producto de un Creador, no de una plétora de accidentes. La creación revela la majestad de Dios.
Así es Eduardo, "La creación revela la majestad de Dios"... Y nosotros somos simples expectadores, parte de esa creación.

Que Dios te siga bendiciendo. Gracias por tu visita.
Daniel A. Franco ha dicho que…
El desfasamiento principal en estos dos acercamientos reside en el factor humano, como de costumbre. La ciencia y la fe no son conceptos diametricalmente opuestos, ni siquiera crean dicotomía. Sin embargo, la confusión creada por la falta de precisión en el uso del lenguaje da paso a ciertos conflictos conceptuales innecesarios. Es decir, muchas personas confunden "fe" con "religiosidad". Otros tantos confunden "escepticismo científico" con "apatía espiritual". Supongo que será por lo homófonos…

Pero, fuera de bromas (¿es que no causó gracia?), muchos confunden la diferencia de enfoque por disposición adversa, y es común ver el lamentable hecho de que hartas personas de convicción religiosa duden de la sinceridad de quien prefiera explorar su sensibilidad a lo numinoso a través del mundo físico. De igual manera, otros tantos que se autodenominan "pragmáticos" desprecian el afán sentimentaloide de quien prefiera una actitud más bien metafísica…

Dijo Jesucristo: "Amarás a Dios con todo […], y a tu prójimo como a ti mismo".

Quien desprecie ya sea la percepción intelectual o la emocional, erra.

Gracias por la invitación a la lectura edificante. Saludos y bendiciones.

DNAZ Franco
ale_peluca ha dicho que…
gracias por escribir esto!

la verdad q es una respuesta a una pregunta q me venia haciendo.
Por mas pruebas cientificas q tengamos y conocimientos de apologética, si el Espíritu Santo no hace la obra nada pasará.

Siempre es bueno saber y poder refutar.
Amo la apologética a cerca de Dios aunq aveces paso mas tiempo con eso que con el Dios de la apologética.
Hola Daniel:
Estoy de acuerdo en que el problema es el factor humano y si lo dudan, que le pregunten a Adán y a Eva.

El asunto es que *todo* ha sido creado por Dios, así que en parte, podemos encontrarlo a través del mundo físico (Salmos 19:1). Sin embargo, lo que Dios quiere es que "ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9) y eso, eso no lo puedes "ver" en la naturaleza; lo encuentras en su Palabra.

Por otra parte, el arrepentimiento no es emocional sino espiritual. Por eso, es el Espíritu Santo el que hace esta obra; nos convence de pecado, de justicia y de juicio.

Todos erramos si pensamos que a través de nuestros propios medios y méritos podemos llegar a Dios. A veces le buscamos, pero realmente es Él quien "vino a buscar y a salvar lo que se había perdido" (Lucas 19:10).

Gracias por tu visita y tus comentarios.

Un abrazo. Que Dios te siga bendiciendo.
Qué tal Alechurch:

Tienes razón. A veces pasamos más tiempo con la apologética (libros, conferencias, pláticas, etc.) y comenzamos a dejar de lado a la mismísima razón por la que comenzamos con el tema. Nos olvidamos de pasar tiempo con nuestro Dios.

Que esto que dices sea un recordatorio para todos nosotros.

Que Dios te siga bendiciendo.

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