¡Hoy declaro!
"Hoy declaro que este año será de grandes y ricas bendiciones para todos aquellos que lean esto y sean nacidos de nuevo y que verdaderamente amen a Dios. ¡Recíbelo!".
Por cierto, la Santa Biblia dice que "todas las cosas les ayudan a bien" a los que aman a Dios (Rom 8:28). Todas las cosas, buenas y malas, terminarán siendo de bendición espiritual y en algunos casos, material, para aquellos que han sido salvados por el Señor y que le aman en verdad. No hay necesidad de "declararlo" ni de pronunciar la "recepción" de ello. Es una promesa de Dios y Él no falla.
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33).
Ocúpate en esto y olvídate de los que andan "declarando" como si tuvieran el poder de ordenarle a Dios lo que debe hacer.
En tu vida, Dios hará SU voluntad, no la tuya.
Si piensas que con este artículo estoy promoviendo el "declarar" y "decretar", te invito a que leas este otro; pienso que podría aclarar este asunto.
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