Por el retrovisor


Casi siempre los menos afortunados, en relación a nosotros mismos, son sólo un reflejo en nuestro espejo retrovisor. Circulamos por la vida y de vez cuando, "espejeamos" y los vemos alejarse rápidamente... En realidad, los que nos alejamos somos nosotros.

[¿Dónde habrá quedado el amor al prójimo y dónde la pasión por las almas perdidas (Mateo 22:39, Romanos 10:14)?]


Publicado originalmente en "De Cualquier Lugar", domingo, 10 de agosto de 2008.

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