Gracias por todo, Señor :: Soliloquio Introspectivo

Señor, te agradezco todas y cada una de las cosas que me has dado; por todas las bendiciones que en tu infinita misericordia me has regalado. No, no las merecía, ni una sola de ellas pero Tú, Tú quisiste bendecirme con todas.

Señor, también te agradezco por las cosas que no me has dado aún y cuando te las he pedido, en ocasiones, insistentemente y Tú en tu infinita sabiduría me las has negado; casi nunca sé qué y cómo pedir con inteligencia y a pesar de ello, el Espíritu Santo intercede por mí.

Pero Señor, hoy te agradezco una tercer cosa, algo que antes no te agradecía por ignorancia o necedad, o quizás simplemente por orgullo: te agradezco por todo aquello que me has quitado. Sí, lo que teniendo un día, en tu infinita soberanía, decidiste retirar de mi alcance y pertenencia. No siempre entiendo los "porqués", pero en verdad te lo agradezco y también te suplico, te ruego que me hagas entender los "paraqués", aunque al final de la historia, sé que todo apunta siempre a "ser conformado a la imagen de Cristo".

Hoy me parece escuchar a Pablo...


Comentarios

Vale ha dicho que…
hola vecino!sos el blog siguiente al mío,ja.
Es cierto, el Señor es sabio. Aunque duele mucho cuando no podemos tener aquello que anhelamos, como cuando debemos dejar una relación porque aunque de las mil maneras que la querramos hacer funcionar, no funciona porque no es la voluntad de Dios.Ay duele tanto.
Bendiciones!
te invito a mi blog cuando quieras
Vale
Hola Hija de Dios:

Gracias por tu visita y tus comentarios.

Sí, efectivamente, lo que el Señor no nos da y lo que nos quita, generalmente duele. Y duele hasta que entendemos, en algún punto en el futuro, su voluntad para nosotros en ese tema que nos dolió. Y entonces recordamos que el ego es el nervio más sensible del ser humano...

Espero verte seguido por acá.

Que Dios te siga bendiciendo.

Entradas populares de este blog

¡Sí! ¡Sermones de 15 minutos y cultos más atractivos!

El Rey Incrédulo

Todo bien con mi alma